“¿Acaso el tránsito de la inocencia a la sabiduría
ocurre en el momento en que descubrimos
que no todos nos aman?”
Truman Capote
Hablar, opinar, estudiar, discurrir en la literatura es igual que abrir un libro de arena. Acercarnos a éste subgénero, “literatura gay” –por darle un mote-, es todavía más impreciso. Por tradición, desde la antigüedad clásica, para ser más exactos, la crítica literaria ha sido la encargada de medir, valorar: de poner en justa balanza toda creación literaria.

Con el surgimiento en los años 60-70’s del feminismo y su pronta incidencia en la crítica, los estudios homosexuales han permitido darle cierto valor y legitimidad a textos y autores, si no soslayados, olvidados en el silencio. Esto no quiere decir, por supuesto, que la obra de Wilde, Verlaine, Rimbaud, por mencionar algunos, no haya gozado del tratamiento crítico.


Lo que los estudios homosexuales buscan es cómo se han representado las orientaciones sexuales minoritarias y reprobadas en la literatura, a la vez que exploran la obra de autores homosexuales en busca de aquellas herramientas que se repiten y que en dado caso podrían dar identidad al género, con lo cuál se provoca una reconsideración y una ineludible expansión del canon. Sin embargo, esta clase de estudios se ha llevado a cabo en otros sitios, sobre todo de habla inglesa.


En México, me atrevería a decir que estas valoraciones son nulas. Sea desde la escuela o corriente crítica que sea. Habrá quien piense que es justificable dado el problema general de la crítica literaria en México. Pero creo que no es excusa suficiente. Autores homosexuales habrá siempre, autores dedicados a escribir sobre la vida homosexual…
ni son todos los que están ni están todos los que son.

El gran Fernando Vallejo ha escrito varias novelas en las que el tema homosexual es un pilar, en el caso de su obra más conocida La virgen de los sicarios, poco se ha tratado ‘lo gay’; la crítica ha preferido, y tal vez con razón, el aspecto sociopolítico, pero, ¿en sus demás obras, como El fuego secreto o El desbarrancadero?


Regresando a nuestro país, quién ha escrito de Luis Zapata, del poeta Dionicio Morales, del dramaturgo Gonzalo Valdés Medellín, o los que conservan el nombre más no el justo valor como Pellicer, Alatorre o Villaurrutia.


Si bien es cierto que nuestra crítica en muchos sentidos está en pañales, es hora de cambiar el rumbo de las cosas. Si hablamos de comunidad impulsemos a sus valores, si Luís Zapata o cualquier otro escritor con obra homosexual es malo o bueno merecemos saberlo. Merecemos una literatura valiosa y esa es una tarea que debe compartir e impulsar la crítica literaria.


Francisco A. Avila

Primera aparición en
Anodis

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos y felicidades. Muy pocas veces he puesto atención a lo que señalas. Siempre leía novelas, poesía (literatura gay, como le llamas)y cualquier forma de expresión, sin considerar las cuestiones de género y sexo. Pero vale la pena saber que lo que se lee no siempre es lo que está escrito en las hojas.
Te felicito hermano, siempre cambiando el rumbo del viento...
Josué Dante

Unknown dijo...

Un excelente mini-ensayo sobre la "literatura gay"... El autor la califica, modestamente, de subgenero. En mis estudios sobre este genero literario, compruebo que es una manifestacion que se remonta hasta la Mesopotamia antigua, recogida en doce tablas de arcilla que reproducen el poema epico "Gilgamesh" (dos mil anos antes de Cristo) y explorada por griegos como Plutarco, Homero, Platon, Euripedes... romanos como Ovidio, Virgilio, Petronio y otros... y con esos antecedentes llega a nuestros dias. Precisamente acabo de leer un libro formidable titulado YAGRUMA: AMORES PROHIBIDOS EN EPOCAS DE TIRANIA, escrito por Francisco Calderon Vallejo y editado por CONCEPTOS EDITORIALES. En 854 paginas este autor ofrece un testimonio sobre la vida homosexual en la Cuba de los anos caralelamente, como la politica afecta a toda una familia en un pais donde un dictador sucede a otro. Pienso que vale la pena que sea comentado esta novela testimonial en ENTRE COMILLAS. Los felicito por la labor cultural que realizan. Sigan adelante!!! Atentamente,
SILVIA AMORES

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