Ganadora del más reciente Premio Nacional Efraín Huerta, Eve Gil, bajo una gasa de presentación moderada, invita a complacernos de un texto divertido e, incluso, a primera impresión, satisfactorio para cualquier ingenuo(a) y devoto(a) de las visitas al púlpito los domingos. Bajo un nombre efectivo, agrupa tres estupendos cuentos inspirados con la más exquisita de las musas: ¡Ahora nos toca a nosotras! La mujer, disfrazada de otras tres, derrocha incansable talento e interminables y audaces pizcas de ironía, sobresaltos de altivez al delinear un modelo de fémina infinitamente más humano y real.
Sueños de Lot, se convierte desde su publicación, sin caer en panfletos feministas, en uno de los discursos más interesantes a la defensa del derecho a ejercer libremente la sexualidad de la mujer, dejando atrás el yugo y vocación de saberla inexistente, imposible, impensable…
Inspirado por la extrovertida película de Bertolucci, “Last tango reloaded” demuestra, sin lugar a dudas, ser el cuento más aventurado y desfachatado de los tres. Sin dejar atrás un solo segundo la intensa y hasta romántica historia de Aguamarina y Cronopio en “Kundera dixit”, mi favorito por mostrar con maestría la fenomenología del “amor” a raíz de Internet; suceso extrañamente relegado por muchas personas en pleno siglo XXI. Y “Vocación de Electra”, fresco de un caso, me atrevo a llamar clásico, en toda relación amorosa experimentada por una mujer contemporánea.
Incisiva, sin perder el tono de mujer fatal, adornada no tan escrupulosamente por una prosa pulida y bien lograda, llena de AMOR (qué tipo de amor o cómo interpretarlo es lo difícil y retador), Eve Gil es definitivamente una autora capaz y valiente. Excelente opción de lectura para cualquiera, recomendada particularmente a lectores de criterios amplios, aventureros y nada pudorosos. El plus está en su extensión, breve, sin demérito alguno.
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