21 de noviembre de 2008

KIEX

Por Francisco A. Avila


La luna espera por ti,
tus alas glaciales tienen su color,
tu magia se compara con su luz.

Sólo yo he visto tu alma
cazadora de estrellas,
de lunas y constelaciones enteras.

Te he visto esconder las alas
tras una gruesa capa
negra, infinita como el universo y tu soledad.

Querida ninfa.
Querida hada.
Querida niña.
Aquí mi absolución
Tu resurrección.

Dos onzas de polvo estelar,
De una estrella recién nacida reflejada en el mar.
Una ramita del árbol de fuego,
robada del infierno.
Y mi sangre,
hasta la última gota.

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